En caso de no tener una salida al exterior donde expulsar los humos, se puede convertir la campana extractora en filtrante, mediante unos filtros antiolor de carbón activo que tienen la misión de purificar el aire. El aire limpio se vuelve a la cocina. Se deben cambiar periódicamente, en función del uso de la campana.
Hay tres tipos, en función del modelo de campana:
Filtro de carbón activo estándar: cambio cada 4-6 meses aproximadamente. No se pueden lavar.
Filtros de carbón activo de larga duración: cambio cada 3 años máximo. Se pueden lavar en el lavavajillas un máximo de 5 veces.
Filtro de carbón activo High Performance: capacidad de filtración un 80%, cambio cada 6 meses máximo. No se pueden lavar.