Llegamos a la cocina donde la discreción en la decoración es otro de los leit motiv de este proyecto. Una cocina práctica, útil, sin artificios. No es necesario. Predomina un diseño lineal, blanco, limpio y sobre todo lo que es casi más importante: con gran espacio de almacenamiento. Una cocina que no necesita de ningún complemento para brillar por ella misma. No lo necesita. Se busca un resultado elegante, discreto y funcional. La cocina es una parte más del salón por lo que se ha seguido la misma línea decorativa que en el resto de la casa. No destaca, pasa casi desapercibida y ese es probablemente el resultado de su éxito.